En la literatura de Octavio Paz, el erotismo se erige como un tema de inagotable fascinación y profundidad. Su prolífica obra poética y sus producción literaria, explora múltiples facetas del mismo. Conduciéndonos por un viaje sensorial y emocional donde el cuerpo y el alma se encuentran en un eterno abrazo.
Para Paz el erotismo es una danza perpetua entre la luz y la sombra, la vida y la muerte. En el encuentro de los contrarios, el poeta vislumbra el camino para recuperar «la mitad perdida», aquella a que hacía referencia el mito del andrógino (ese personaje que buscaba estar completo), tal deseo es parte sustantiva de la especie humana que busca alcanzar la totalidad, ser a la vez consigo mismo y con lo otro para culminar en la unidad de manera profunda y significativa.
La literatura de este autor Mexicano indaga la conexión entre el eros y la búsqueda de significado en la existencia. ¿Cómo el deseo erótico se entrelaza con la búsqueda de la verdad y la belleza? ¿Cómo el encuentro íntimo entre dos seres humanos puede llevarnos a una comprensión más profunda de nosotros mismos y del mundo que nos rodea? ¿Cómo por medio del deseo y la pasión, nos enfrentamos a nuestra propia vulnerabilidad y finitud? Más allá de la mera representación del deseo sexual, el erotismo aparece en la poesía de Paz:
Como una fuerza vital y transformadora que permea todas las manifestaciones de la existencia humana, una fuerza que impulsa a explorar los límites de nuestra propia identidad y a trascender las barreras del ego en la que cada individuo experimenta a partir del encuentro erótico una sensación de plenitud y conexión con el universo, consiguiendo en el otro una manifestación de su propia divinidad.
Como una fuerza primordial que impulsa la vida, una energía creativa que nos conecta con la esencia misma de nuestro ser. En su visión, el erotismo está intrínsecamente ligado al misterio de la existencia y la búsqueda de la trascendencia. Es a través del acto erótico que el ser humano puede acceder a una dimensión más profunda y significativa de la realidad.