LITERATURA COMO PAN
LITERATURA COMO PAN

«EL Relato Erótico». Conversación random en un café con un escritor

Lo erótico o estimulante, ya sabemos que es muy relativo todo eso y si le sumamos los referentes de cada persona pues es un océano de posibilidades. Lo que intento decirte es que aunque pueda resultar placentero y estimulante ver en una película dos cuerpos o más en escenas carnales haciendo lo que nos parece a cada uno bien o mal, terminamos igual por adelantarnos las escenas porque no conectamos más allá de ese vigor o de ese pulso físico y mental. Digamos que nosotros vamos haciendo la película que queremos, buscando los trozos de película que nos complace y hacemos una especie de cadáver exquisito con lo que queremos o nos gusta. En un relato no hay mucha posibilidad para esto. Y pudiera decirte que sucede al revés, es el relato que nos hace unir pedazos de nosotros para disfrutarlo.

Decirte qué es un relato, sería aburrirte ya que puedes leer sobre esto en internet millonésimas veces en millonésimos sitios de internet, pero te diré algo que decía Cortázar. “El relato tiene que ganar la pelea por knockout”. Esto quiere decir que debe ser certero y contundente. Y añado que deberíamos sentirlos verdaderos para que ese puño salga del ring de la ficción y nos golpee. Para lograr este engaño hay que jugar a crear un mundo que aunque el escritor y el lector sepan que no es real a la hora de leerlo podamos caer en la trampa o convenio de creernos todo lo que allí pasa. Para esto usamos o acudimos a elementos que tienen que ver con los sentidos que son los receptores y los cómplices a la hora de integrarnos con lo que sucede en el relato. Toda la buena literatura es erótica, porque toda buena literatura crea un cosmo de percepciones y sensaciones que buscan la belleza, algo que según mucha gente es indiscutiblemente un factor humano. Octavio Paz decía que el erotismo es una metáfora de la sexualidad y que es en los ritos que hacemos, las manías o los elementos que agregamos al acto sexual lo que descubre o hace que estemos frente a algo erótico. ¿Qué esto sea así, qué sea verdad, qué sea científico esto? no tengo ni idea, pero estoy de acuerdo con eso si pienso en que quizás un perro y una perra que se aparean en una calle no añaden ningún componente adicional, ninguno de los dos piensa, encendamos una vela. Sin embargo en mis lecturas en mi preocupación por el erotismo, en mis ganas de saber y conocer incluso a mi mismo en mis propias reflexiones, he encontrado cierta intuición o maña, ocurrencias o misterios en algunos animales al que por supuesto no tenemos acceso, pasan cosas muy interesantes que bien pudiera decirse -Joder estos bichos saben lo que hacen-. Por ejemplo lo que hacen algunas aves para llamar la atención de sus posibles amantes o los mandalas que hace el pez globo en el fondo del mar para atraer con esa bella obra de arte a su posible pareja ¿Pudiéramos decir que se trata de una construcción, de una atmósfera erótica? Pues no lo sé. En todo caso parece que se acepta cómo erótico todo aquello que impregne al acto sexual de significados y significantes que son extra sexuales con el fin obviamente de llegar al encuentro y atravesarlo. Cuando se escribe literatura erótica hay que trascender el acto sexual, a los personajes deben sucederle mucho más cosas que las sensoriales, si queremos que no sean personajes vacíos, personajes de cartón, marionetas en las que posiblemente un autor encripte ciertas fantasías, fetiches, vicios o aficiones. ¿Es del todo malo eso, quizá no en absoluto pero lo que si es certero es que pierden los relatos los empobrece, porque lo que se desea como autor es que los posibles lectores se identifiquen y vivan las experiencias de esos personajes y para eso es necesario que sean conmovidos por circunstancias, conflictos, emociones, experiencias además del fuego sexual que les atraviesa. Sé que te interesa que te hable de relatos pero permíteme hablarte de este poema de Girondo que a mi parecer cuenta de alguna manera una vida entera de estas voces que aquí suceden, se suceden.

  1. Poema 12

    Se miran, se presienten, se desean,
    se acarician, se besan, se desnudan,
    se respiran, se acuestan, se olfatean,
    se penetran, se chupan, se demudan,
    se adormecen, se despiertan, se iluminan,
    se codician, se palpan, se fascinan,
    se mastican, se gustan, se babean,
    se confunden, se acoplan, se disgregan,
    se aletargan, fallecen, se reintegran,
    se distienden, se enarcan, se menean,
    se retuercen, se estiran, se caldean,
    se estrangulan, se aprietan se estremecen,
    se tantean, se juntan, desfallecen,
    se repelen, se enervan, se apetecen,
    se acometen, se enlazan, se entrechocan,
    se agazapan, se apresan, se dislocan,
    se perforan, se incrustan, se acribillan,
    se remachan, se injertan, se atornillan,
    se desmayan, reviven, resplandecen,
    se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
    se derriten, se sueldan, se calcinan,
    se desgarran, se muerden, se asesinan,
    resucitan, se buscan, se refriegan,
    se rehuyen, se evaden, y se entregan.

A esta gente les suceden cosas, y no hablo de que se les incendió la casa, aunque sí, es todo un incendio todo eso. Me refiero a que todas las imágenes nos conectan con nosotros mismos, habitamos esas voces del poema o dejamos que nos habiten, lejos muy lejos, separado de forma total de su autor, en ningún momento al menos yo como lector pienso en Girondo. Y es esta la tarea de todo escritor o poeta cuando escribe. Parece algo sencillo, parece algo que es culpa del lector flojo, que quizás no tiene referentes o lo que sea, pero en realidad es el autor quien debe hacer lo posible para que su texto sea una pieza que el lector complete sin siquiera saberlo, que suceda en él. Esto depende por supuesto no del todo pero en gran medida de la complejidad de los personaje, personajes planos crean una comunicación superficial con su lector. Un personaje femenino que tiene un orgasmo sentada en esta mesa bebiendo un café puede ser muy interesante, hazlo interesante. Las descripciones de su vulva, su humedad y lo que relampaguea en su ser cuando frota, aprieta y succiona es obviamente erótica, pero eso debe sumar más que convertirse en la trama principal. Porque entonces no sería literatura erótica, sería pornografía textual, si es que ese termino existe. Ahora bien si esa es la idea, construir este tipo de texto con una finalidad didáctica o de entretenimiento para adultos, pues bien, habrá que llamarlos como se les ocurra menos literatura.

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